Erantzunen zain

Thursday, May 04, 2006

ESPAINIAR VERISMOA ETA FISIKA BERRIAK DAKARREN DENBORAREN KONTZEPTU BERRIA (EUSKARAREN IKUSPUNTUTIK)

"Computer Shock..." liburutik hartutako perla bat. Dastatu.

"En los países civilizados de todas las partes en épocas creadoras, nunca se ha descuidado el estudio de la lengua madre de la cultura y cuando esto sucede la sociedad entra en crisis y va hacia su autodestrucción. Ya Goethe había dicho que la actividad cultural de los grandes hombres crea el sistema de pensamiento de toda una nación. Los grandes hombres a su vez se han formado con el estudio de la cultura clásica. Tras el Renacimiento nacen las culturas nacionales modernas, sobre la base del griego en Occidente pero en un desarrollo separado. El castellano, por su situación marginal, es entre éstas la que más se separa del tronco común europeo. Aun teniendo todas las culturas europeas una base de común referencia en el griego, de suerte que en cualquier artículo filosófico europeo hoy en día más de la mitad de las palabras son de origen griego, un desarrollo individual ha dado al castellano, por ejemplo frente al tronco común europeo, formado por italiano, francés, inglés y alemán, (como elemtos principales) ciertas características. La literatura castellana se distingue por el verismo y realismo, es decir por una falta de "imaginación" y fantasia mágica. No digo falta de imaginación para combinar situaciones reales, sino de hacer entrar el elemento mágico y fantástico en la realidad.

Esta concepción de la literatura española, (castellana) que se forja en consecuencia en la red de referencias culturales, de quienes forman su memoria sólo a través de esta cultura, la llegaremos a comprender bien, cuando más adelante veamos como la Física Nueva se ha visto obligada a concebir el tiempo. Ya hemos dicho que el euskara conserva, de acuerdo con el griego clásico una serie de elementos básicos, mucho más íntimo que una cantida mayor o menor de palabras, que nos hablan de la concepción del tiempo no lineal.

La Física Nueva se ha visto obligada por una serie de dificultades en las interpretaciones teóricas que se derivaban de la concepción debida a Newton, Laplace, etc. a realizar un examen básico de sus principales elementos constitutivos. Especialmente a examinar el concepto de causalidad. Al final de este exament se llegó a tener que establecer una nueva definición del tiempo, para poder conservar el edificio teórico de la Física. La antigua concepción de un tiempo lineal, se vio substituida por una idea diferente. Según esta, pasado sería el tiempo de las cosas objetivadas y futuro aquellas posibles o probables, sobre las que se puede actuar. Es decir el pasado está dado: como por una ventana o puesta, en la que los objetivos posibles, una vez que traspasan, se objetivizan y caen hacia el abismo de la eternidad situado en un punto lejano; mientras que el futuro sería el lugar en que los objetos posibles o probables se encuentran antes de su objetivación. Ahora bien los hombres contemplan a través de esa ventana y tan sólo ven las cosas según se van objetivando. Las cosas posibles o probables, que están aún en el futuro, nos llegan desde nuestro dorso. De aquí que el tiempo no avanza hacia el futuro, sino que una vez objetivado, avanza (con las coasa) hacia el pasado. El futuro objetivado es por ello un tiempo que se va alejando más y más de nosotros desde ese lugar de la objetivación, una vez traspasado ese umbral del presente. No extrañará pues a nadie que en euskara, se diga "adelante" con la palabra aitzina, que al mismo tiempo significa antiguo. Las cosas son cada vez más antiguas según van avanzando. Por eso ese "futuro objetivado" es un "por marcharse" (por abandonarnos) en vez de un "por venir". En euskara lo llamaríamos un joankizuna, mientras que el por venir, el ethorkizuna está situado detrás de nuestra espalda. Tan sólo los creadores son aquellas personas que saben ver hacia el dorso, como si tuviesen un tercer ojo sobre la nuca, u otros llegasen a usar un espejo retrovisor, que les permitiera mirar al futuro porvernir. Puesto que las cosas una vez objetivadas, ya no se pueden cambiar, ni actuar sobre ellas. Con esto venimos a algo muy importante. Si los hombres saben aprender, esto lo hacen sobre lascosas que se van objetivando, pero el hombre genial es quien sabe ver algo nuevo mirando al porvenir, con ese tercer ojo. Por ello tan sólo se puede actuar sobre lo que aún no es. Esto algunos lo llamarán utopía. Todos los creadores son utópicos y no pueden ser "realistas" o "veristas", puesto que sobre la realidad nada se puede cambiar.

7.- Ya hemos dicho que la literatura castellana se distingue por ese verismo y realismo. Es decir la literatura castellana se refiere a aquellas cosas que están en el campo de lo ya objetivado. Y no hay duda que en este sentido Cervantes es el mayor genio que haya existido. Su acción se desarrolla enteramente en ese espacio que avanza hacia ese agujero negro del "por irse", donde caen las cosas más y más a medida que se van objetivando. Igualmente pasa esto con otros espíritus españoles. En la pintura Velázques es igualmente un genio del espacio objetivado. No es pues de extrañar que haya sido él, quien haya empleado la técnica del óleo directo, y que sus cuadros reifican ese verismo. Mientras que en técnicas como el temple de los florentinos, los objetos están necesariamente sometidos a un desarrollo futuro. Es decir un pintor, florentino, pinta sobre la utopía, y va realizando y objetivando con sus pinceles ese "por venir", que sólo el genio es capaz de contemplar, con ese tercer ojo, mientras que con la técnica del óleo directo se intenta fijar el momento presente antes de que se aleje demasiado cayendo en el abismo de la objetivación.

El teatro español, tal como lo concibe un hombre genial como Lope de Vega, no es tampoco una tragedia, sino una tragicomedia. Nada más alejado que esta concepción de lo que es la literatura europea. En la literatura europea, se intenta "crear el presente" actuando sobre lo probable posible (sobre el ethorkizuna). Ya decimos que mientras el Hidalgo de la Mancha es un pobre loco, que está bien objetivado, y que el cuerdo lector lo contempla con cierta compasión... y digamos, deleite de que él (el lector) no sea como el héroe cervantino. Personajes como Hamlet, ven un espíritu de su padre que está en el lugar de las cosas objetivadas, que es real, pero no sobre el espacio de lo que escapa. El Mefistófeles de Goethe, es un personaje auténtico, pero irreal, con los que el lector (o espectador) se identifique.

Es auténtico puesto que su presencia la pone el autor en el mismo plano que al propio Fausto, pero no es un personaje de esos que laobjetivación nos podrá presentar..."

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