Erantzunen zain

Thursday, October 12, 2006

BILLY WILDER ETA TITANIC

Cameron Crowe-ren "Comversaciones con Billy Wilder" liburutik hartua:

"-¿Has visto Titanic?- pregunta (Wilder). Se acerca más-. ¿Has visto semejante mierda?- Wilder baja el rostro y mira con malicia por encima de las gafas. Mueve la cabeza. Éste es un juego de salón que le encanta; meterse con una de las películas de más éxito de todos los tiempos-. Todavía no lo puedo creer. El dinero que se han gastado. ¿Un estudio acude a otro y le dice: "Ayudadnos a terminar esta película"?- Le brillan los ojos; encuentra un humor muy irónico en la idea de que una sola película haya estado a punto de vaciar los bolsillos de dos estudios. Le digo que a mí me gustó la química entre los dos protagonistas; trascienden el guión, a mi juicio-. ¿Qué guión?- responde sin perder un instante, mientras sobre su café-. Se lo aseguro, si gana el premio de la Academia, voy a gritar.

Audrey se ríe y cambia de tema. Wilder termina enseguida su café y coge el bastón. Es hora de trabajar."

Eta ondoren:

"La noche de los Oscars. Billy Wilder está sentado en una mesa delantera de la fiesta de Vanity Fair; junto a él está Audrey. Observa la gran pantalla de televisión vuelta hacia él, ve la sucesión de imágenes y sonríe ligeramente cuando los fragmentos de "El apartamento" y "El crepúsculo de los dioses" obtienen vivos aplausos en la sala. Después, cuando anuncian el premio a la Mejor Película para Titanic, no grita. Se limita a mirar, muy quieto, fascinado y absorto, con la boca ligeramente abierta. Callado. Me pregunto qué piensa, hasta qué punto puede oír la ceremonia en esta sala tan ruidosa. Pronto tengo mi respuesta.

Un asistente a la fiesta, vertido de esmoquin, se coloca directamente entre Wilder y la pantalla.

- ¡ESTÁ TAPANDO LA PANTALLA!- truena de pronto Wilder.

Todas las miradas se vuelven hacia Billy, que, como es natural, ha prestado suma atención a cada palabra de la televisión. El hombre del esmoquin parece aturdido ante la fuerza de este hombre que tiene aspecto de búho con sus grandes gafas de montura negra. Después de recibir una dura lección de buena educación de Billy Wilder, se desvanece. Wilder sigue viendo, satisfecho, el discurso de agradecimiento de James Cameron. Cuando termina la emisión, coge su bastón. Los Wilder salen del brazo y dejan rápidamente la fiesta, ahora abarrotada; pasan entre los nuevos rostros del joven Hollywood, bañados en la blanca luz de los focos que iluminan el exterior."

0 Comments:

Post a Comment

<< Home